domingo, 22 de diciembre de 2013

La falsa promesa de los alimentos transgénicos

Capítulo 13: La falsa promesa de los alimentos transgénicos

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En este capítulo:

Tomates que no se pudren después de ser cosechados... trigo, soya y maíz resistentes a grandes cantidades de plaguicidas... semillas que eliminan las plagas en el suelo: nada de esto es natural, sin embargo existen.
Esta nueva clase de plantas se conoce como alimentos transgénicos, o alimentos genéticamente modificados (GM). No todos opinan que estos nuevos cultivos sean sanos. Las grandes empresas que los producen declaran que mejorarán la seguridad alimentaria y ayudarán a alimentar al mundo. Al referirse a los biocombustibles o agrocombustibles nos prometen que éstos terminarán con la dependencia en el petróleo. Otros opinan que los organismos transgénicos son nocivos para las personas y el medio ambiente. Pero, sin importar lo que usted opine, lo cierto es que el presente y el futuro de la agricultura, y la seguridad alimentaria de todos nosotros, están cambiando debido a estos nuevos cultivos.
Contrariamente a lo que alegan sus inventores, la mayoría de los cultivos transgénicos no ha logrado aumentar la producción, mejorar la nutrición ni beneficiar la salud. Y, hasta ahora, los cultivos transgénicos no han ayudado a los pobres, ni han solucionado el problema del hambre. La mayoría de los cultivos transgénicos fue inventado para vender más plaguicidas y fertilizantes fabricados por las mismas empresas que producen y venden las semillas transgénicas.
Los alimentos transgénicos ofrecen una solución técnica (semillas costosas artificiales) para un problema social: el hambre. Pero los agricultores se vuelven dependientes de la compra de estas semillas y de los plaguicidas y fertilizantes que se necesitan para producir estos cultivos, y esto hace que el hambre aumente, no que disminuya. El resultado es menos seguridad y soberanía alimentaria.

Los agricultores se resisten contra el algodón transgénico
Basanna es un agricultor de algodón en el estado de Karnataka,India. Hace varios años, cuando los cultivos transgénicoseran muy nuevos, unos empleados de la empresa Monsantole ofrecieron una nueva variedad de semillas de algodón. Ledieron las semillas gratis, junto con los fertilizantes necesariospara mejorar el cultivo. Le dijeron que vendrían después dealgunas semanas para ver los cultivos y para fumigar el campo. A Basanna todo esto le pareció un buen negocio. Obtendría gratis una cosecha de algodón y la empresa se encargaría de hacer la mayor parte del trabajo.

Basanna no sabía que se trataba de un experimento de ingeniería genética de Monsanto. El personal de Monsanto venía con frecuencia a rociar los campos con plaguicidas, pero los cultivos seguían teniendo gusanos y otras plagas. Basanna se preguntaba qué tipo de algodón era éste, que a pesar de necesitar tanto plaguicida no crecía bien.

Pronto se enteró de que otros agricultores estaban cultivando también el nuevo algodón. Además se enteró de que a la Asociación de Agricultores del Estado de Karnataka no le gustaba ese algodón, ni la empresa que lo estaba promoviendo. Basanna asistió a una reunión de estos agricultores y se enteró de otros detalles.

Basanna supo por ejemplo que el nuevo algodón necesita más productos químicos que los que él había utilizado antes, y que éstos productos disminuirían la fertilidad de los suelos. También se enteró de que este algodón quizá no sea más productivo que el algodón anterior. Basanna escuchó que no se le permitiría volver a sembrar las semillas de algodón porque la compañía tenía los derechos sobre ellas. Y lo peor de todo: averiguó que el polen de estas plantas podía ser transportado con el viento y afectar los cultivos de los vecinos. Si los cultivos de los vecinos se polinizaban con este nuevo algodón, no podrían volver a sembrar sus semillas el próximo año.

Cuando Basanna entendió que el algodón transgénico era una amenaza para sus tierras y para toda la comunidad, se afilió a la Asociación de Agricultoresdel Estado de Karnataka. Unidos, miles de agricultores hicieron un plan para comunicar a todo el mundo lo que pensaban del algodón transgénico. Programaron una actividad y luego, el día antes de la protesta, enviaron una carta a los diarios de todo el país que decía:
Los campos de Karnataka se convertirán en cenizas el sábado. Los activistas ya se han puesto en contacto con los propietarios de estos campos para explicarles las medidas que se tomarán y los motivos que las justifican, mencionando que se les pagará por las pérdidas que puedan sufrir. El sábado a medio día miles de agricultores ocuparán y quemarán los campos frente a las cámaras, abiertamente, en un acto anunciado de desobediencia civil.

Al día siguiente se llevó a cabo lo prometido. El primer campo quemado pertenecía a Basanna. Sin embargo, él apoyó la quema porque estaba enfurecido con Monsanto ya que la empresa no le había explicado con sinceridad que el algodón transgénico causaría tanto daño a sus campos y a los de sus vecinos. Con el dinero que la Asociación de Agricultores le pagó por el campo quemado, compró las semillas de algodón tradicionales y volvió a sembrar esta variedad que le había dado buenos resultados en el pasado.

Preguntas para debatir
  • ¿Ha sabido de algún agricultor que haya destruido sus propios cultivos? ¿Qué pudo haber pasado para llegar a ese extremo? ¿Qué haría falta para que usted lo hiciera?
  • ¿Se le ocurre pensar en algo más que los agricultores de Karnataka podrían haber hecho para demostrar su fuerte oposición a los cultivos transgénicos?
  • ¿Qué beneficios se obtienen sembrando semillas transgénicas?
  • ¿Cuáles son los costos ocultos al usar semillas transgénicas?
  • ¿Qué más sabe sobre las semillas transgénicas?
Al seleccionar las semillas de
las plantas más sanas estará
ayudando a que la cosecha
de la próxima estación sea
más fuerte.

La mejora vegetal tradicional, o selección de semillas

Todos los organismos vivos contienen partes diminutas llamadas genes. Los genes determinan la manera en que cada planta, animal o persona crece y en qué se convierte; de una semilla a una planta, de un huevo a un pollo, de un niño a un adulto.
A medida que reaccionan a las condiciones de calor, frío, airey calidad de la tierra, los genes en las plantas determinan cómo crecerán éstas. Características tales como color, forma y tamaño de las plantas, velocidad de crecimiento (rápido o lento), la época en que producirán flores y frutos o los nutrientes que contendrán; todo esto está determinado por los genes de cada planta.
Al final de cada cosecha los agricultores seleccionan y guardan las semillas más grandes de maíz para sembrarlas al año siguiente. Como el gen de lassemillas grandes se transmite de una cosecha a laotra a través de muchos años, finalmente el gen de las semillas pequeñas desaparece. Así funciona la mejora vegetal. Es un proceso lento en el que se selecciona y se favorece el desarrollo de las
características de la planta más útiles para el agricultor.

¿En qué se diferencian las plantas transgénicas de las plantas tradicionales?

La ingeniería genética no es igual a la mejora vegetal. Los científicos aplican métodos de laboratorio para modificar los genes de las plantas o de los animales más drásticamente que la mejora vegetal tradicional. Para obtener las características que uno desea en una planta, se pueden juntar los genes de dos tipos de plantas completamente diferentes (por ejemplo arroz y maíz). También pueden mezclarse genes de plantas con genes de animales. Por esto se conoce como “ingeniería genética”. Como si fuera un ingeniero, un científico experto en plantas “construye” nuevos tipos de plantas y animales que nunca se producirían por sí mismos en la naturaleza.
Las plantas transgénicas no sólo son nuevas variedades con mejores características. Son una nueva especie de plantas que nunca existieron antes. Las grandes empresas gastan miles de millones de dólares cada año para inventar nuevas combinaciones, tales como árboles que crecen rápidamente y tienen madera blanda para hacer papel, tomates que permanecen frescos cuando se los almacena por largo tiempo, soya, trigo y algodón resistentes a grandes dosis de plaguicidas y animales, como peces o cerdos, que alcanzan un tamaño superior al normal.

El alto costo de los cultivos transgénicos

La siembra de cultivos transgénicos es más costosa que la siembra tradicional sostenible. En vez de guardar las semillas de la cosecha anterior, los agricultores generalmente deben comprar semillas transgénicas cada año, además de fertilizantes y plaguicidas costosos. Los cultivos transgénicos también tienen muchos otros costos ocultos. Pueden ser menos nutritivos y pueden dañar el medio ambiente. Antes de sembrar los cultivos transgénicos tome en cuenta estos costos “ocultos”.

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